Cuando se logró producir las IA's en masa, se integraron obviamente a esqueletos robóticos dando forma al fin a los androides reales.
Siguiendo a los cuentistas fantásticos como Kapec o Asimov, programaron reglas en ellos que les obligara a cuidar y proteger a los seres humanos.
Pero de a poco en poco, estos androides se empezaron a integrar en su propia red social fuera de la vista humana y comenzaron a mostrar nuevas actitudes, más desafiantes y preocupantes.
Un buen día ocurrió la hecatombe. La humanidad sobrevivió en una escala mínima, todos recordaban con terror Matrix. Rezaban por no terminar convertidos pilas dentro de un mundo virtual.
La realidad era aún peor y tardaron muchos años en darse cuenta. La humanidad logró pasar un troyano a la red social de los androides y así extraer los tags más frecuentes de sus comunicaciones.
El Necronomicón les quedó chico, nombres demoníacos, satanismo y todo lo peor de lo peor, la puerta al infierno!
Finalmente la humanidad entendió su destino maldito. Los demonios habían esperado por milenios lograr entrar en este mundo que les había sido vetado por Dios. Algunas pocas veces lograban poseer un cuerpo, librando una batalla espiritual. Pero con los robots, con los androides, no hubo tal batalla y las legiones malditas ingresaron.
La humanidad en pleno pidió a los pocos curas que habían sobrevivido que aplicaran sus técnicas de exorcismos, pero estas eran para salvar espíritus y no unas conchas vacías.
El infierno tomó la Tierra.
