...había muerto, estaba en shock, sin sentido, un gran "black out"...
A lo lejos escucho mi nombre, una, dos, y mi vista se desnubla, mi conciencia retorna, estoy de pie.
Mis manos cruzadas sujetan a mis antiguos amigos, hermanos, maestros y como una oleada llega a mis oídos un susurro, una palabra, un recuerdo.
Todo se nubla otra vez, pero mis manos continúan en un cálido apretón.Una voz firme pero a la vez cálida me pregunta: ¿en este instante qué es lo que más deseáis?
Un recuerdo primitivo y natural me hace decir: LA LUZ.
Lo último que escucho es: "¡Qué así sea!"
No conozco el tiempo, no sé nada, pero al final hay una luz que me llena de alegría y luego mi llanto, me siento feliz, pero mi conciencia se nubla otra vez. El Sibarel