sábado, noviembre 15, 2008

La Bestia de Chile - X Files


Skinner se encontraba en su oficina muy deprimido, sus manos le sostenían la cabeza, mientras que los lentes descansaban sobre la mesa. Luego de un hondo respiro, buscó el teléfono y marcó unos dígitos: … 10 13; y esperó.

  • ¿Aló?

  • Mulder, quiero que vengas a mi oficina pronto.

  • ¿Skinner?

  • Sí, deja todo lo que estés haciendo y ven ahora.

  • Estoy con Scully, estamos terminado el informe del último caso.

  • No importa, vengan ambos, los necesito - dicho esto último, Skinner colgó -.

  • ¿Qué quería Skinner? - preguntó Dana a Fox, mirándolo con sus penetrantes ojos -.

  • No sé lo que pasa Scully, pero debemos ir inmediatamente a su oficina.

  • El informe no lo hemos terminado.

  • Creo que eso no le importa por ahora, así que vistámonos pronto y vámonos.

La puerta de la oficina de Skinner se encontraba entreabierta, por lo que Dana y Fox titubearon antes de entrar. Fox se llevó la mano al arma y golpeó la puerta tres veces.

  • ¡Vamos que esperan, entren de una vez! - a pesar de todo, Skinner siempre tenía algo de tiempo para disgustarse -.

Los agentes del FBI tomaron asiento frente a su jefe, quien permanecía en la misma posición, con las manos sujetando la cabeza. Dana iba a romper el hielo, pero no fue necesario.

  • Sobre la mesa - dijo Skinner - hay un sobre, léanlo.

Fox se adelantó y comenzó a leerlo:

  • "Deuda anterior, un millón…"

  • ¡No!, ese no es, pásamelo. Toma, es éste.

  • Lo siento… - Fox se disculpó - Esta carta es de su hermana, reconozco la letra.

Dana miró muy sorprendida a Fox y Skinner le inquirió una respuesta con su mirada.

  • Sí, es que, - Fox se puso nervioso - bueno, nosotros… fuimos compañeros en el liceo - suspiró por fin -.

  • Mejor hubieras dicho que leíste su firma - le respondió Dana, mientras se cruzaba de brazos -.

  • Continúa Mulder - Skinner, ahora sí estaba molesto -.

  • "Hermano…" - ven aquí lo decía - "no sé como explicártelo pero, ni siquiera te lo pude decir antes, la vergüenza no me lo permitió. Tu sabes que mi hija viajó en su gira de estudio a un país de Sudamérica, Chile, hace 8 meses, pero lo que no te contamos es que fue violada - en esta parte la letra se hacía difícilmente legible, sin duda por la traición del sistema nervioso -. Sin embargo, la peor parte de todo esto es que ayer abortó una criatura monstruosa, que por poco la mata, tenía garras y con éstas trató de escapar del útero… No puedo seguir escribiendo, por favor haz algo."

Dana se veía sensiblemente incómoda, y Fox luego de un suspiro se dirigió a su Jefe.

  • ¿Cómo se encuentra ahora su sobrina ahora?

  • Está muy grave, tanto que los doctores dicen que es mejor que no sobreviva, ya que de hacerlo quedaría estéril y con un daño sicológico difícilmente recuperable.

  • ¿Tiene - habló Dana con una voz trémula - los antecedentes del caso?

  • Aún no han llegado, pero de todas maneras quiero que viajen a Chile, a una ciudad de nombre Temuco. Ya notifiqué a la policía de ese país, para que les brinden toda su colaboración.

  • Disculpe - interrumpió Fox - ¿pero que le hace pensar que nos van ha ayudar a resolver este caso de violación?

  • Eso a ti no te importa, pero basta que sepas que no se pueden negar, ¿entendido? - Skinner ocultaba información, seguramente algún tipo de convenio secreto existía entre ambas naciones -.

  • Yo quisiera… - Dana fue interrumpida -.

  • Sí, tu te quedarás dos día más. Los restos de esa criatura monstruosa que dio a luz mi sobrina vienen en camino, al igual que el expediente médico. Quiero que evalúes los antecedentes y me entregues un informe antes de tu viaje a Chile.

Los agentes del FBI se retiraron con sus instrucciones. Fox se iba directo al aeropuerto, así que en la puerta del edificio se despidió de Dana.

  • Te veré en dos días, Scully, entonces te podré decir si hacen honor al nombre de picante.

  • - Dana reaccionó sorprendida - creo que no has entendido bien, el país se llama Chile y no chile-picante, como piensas.

  • Te demostraré que es lo mismo - le sonrío irónicamente -.

Sin un beso, ni siquiera un apretón de manos, se despidieron.

Después de largas horas y algunos transbordos, Fox llegó a Temuco. Bajó del avión cansado, pero sorprendido del verde paisaje. Mientras buscaba su equipaje, se le acercó un hombre de civil.

  • ¿Fox Mulder? - su inglés era bueno -.

  • ¿Quién es usted? - preguntó sorprendido Fox, al ver que el hombre no llevaba uniforme -.

  • Soy un agente de la Policía de Investigaciones - dijo el extraño hombre al tiempo que le mostraba su placa -.

  • Agente Hans Carter, ¿ese es su nombre?

  • Afirmativo.

  • Sabe yo pensé que me reuniría con el Capitán de Carabineros, el señor… - Hans no le dejó terminar la frase -.

  • Si quiere resolver este caso, será mejor que me acompañe - el agente Carter se veía nervioso -.

  • ¿Qué me quiere decir? ¿Cómo sé que usted es quién dice ser? - Fox se puso en alerta, tratando de ubicar a algún carabinero, pero no pudo ver a ninguno -.

  • No se lo puedo explicar ahora, pero debe confiar en mi palabra. Por favor acompañe al Cuartel General de Investigaciones.

  • Está bien, pero antes debo hablar con el Capitán… - nuevamente fue interrumpido -.

  • Si lo hace, jamás resolverá este caso - el hombre se veía muy resuelto -.

Fox pensó unos segundos, sabía que si la situación se complicaba, sería capaz de solucionarlo, y como aún no veía a ningún carabinero, bien podría tener que esperar un largo tiempo, que por ahora podría aprovechar para conocer a este extraño personaje, que le recordaba a sí mismo, pero en versión chilena.

  • Está bien, tiene una hora para explicarme qué ocurre, después de eso decidiré si continúo con ustedes o no - Fox extendió su mano a modo de saludo -.

  • Trato hecho - dijo Hans, tomando su mano y cerrando el acuerdo -.

Los dos hombres salieron sin ser vistos del aeropuerto y subieron a un auto azul, que rápidamente los llevó a su destino.

  • ¿Dana Scully?

  • Sí, soy yo.

  • Por favor pase, siento haberla hecho esperar.

  • No se disculpe, estoy acostumbrada - su rostro permaneció impertérrito -.

  • Bueno, de todas maneras, quiero que sepa que no estoy seguro de lo que tenemos aquí. La criatura en cuestión… - Dana pareció molestarse -.

  • Doctor Andersen, ¿por criatura se refiere al bebé?

  • Sí, pero no califica para ese nombre, el de criatura es más acertado, creo yo.

  • ¿Quiere que le diga una cosa? - la respuesta no importaba, pues de todas maneras lo diría - aunque sea deforme, no merece un trato tan vejatorio - el espíritu materno de Dana afloró -.

  • Oh, no me mal interprete por favor. Es que sólo tiene dos tercios de genes humanos y el resto es desconocido.

  • ¿Cómo es posible? - la sorpresa reemplazó al enfado -.

  • No sabemos, puede que sea producto de una mutación, pero es claro que era genéticamente estable, era una nueva criatura.

  • Doctor, que sabe de la violación en sí, ¿la víctima dijo algo sobre el violador?

  • Yo no manejo esos antecedentes, sólo los hechos recientes. Pero aparentemente cuando la mujer se dio cuenta del embarazo no quiso ver a ningún médico y su único anhelo era el de un aborto espontáneo.

  • Bueno, podemos ver el… - Dana no sabía qué decir -.

  • Sí, acompáñeme - dijo el doctor, salvando así lo incómodo de la situación -.

En la mesa de autopsia se encontraba la criatura, tenía el tamaño de un recién nacido, pero su cuerpo estaba todo cubierto de pelos, sus uñas de manos y pies parecían garras, su boca tenía unos pequeños pero muy afilados dientes, las orejas eran puntiagudas y se encontraban a una altura superior a los ojos…

  • Doctora Scully, la voy a dejar un momento para que haga sus exámenes y enseguida vuelvo con los análisis que hemos realizado.

  • ¿Es verdad que trató de salir del útero, rasgando con sus uñas? - Dana aun no comprendía cómo un bebe pudiera hacer eso a su madre -.

  • De hecho, lo logró, y de paso destruyó no solo el útero sino también los ovarios. Todos hacemos votos para que la mujer no sobreviva, y parece que así será - dicho esto el doctor se retiró en silencio, cabizbajo, dejando a Dana muy apesadumbrada -.

  • Bonitas oficinas - Fox miraba todo con gran admiración, en realidad nunca pensó que al sur del mundo, podría encontrar una ciudad tan desarrollada, y ahora se preguntaba por qué nunca antes lo había imaginado -.

  • Gracias. Por favor entre, esta es mi oficina - Hans esperó que Fox entrara y luego cerró la puerta tras él -.

  • ¿Bien para qué hemos venido? - Fox ya no soportaba todo este misterio -.

  • Tome esa carpeta, allí encontrará todos los antecedentes relacionados con el caso que viene a investigar - Hans le indicó con el dedo un gran archivador -.

  • ¿Usted se refiere al archivador?

  • Sí tiene razón, así es como se dice.

  • Aquí deben haber cerca de una mil páginas, por qué no mejor me pone al tanto de lo que dicen, y así decidiré si las leo o no - Fox se había disgustado -.

  • ¿El nombre Trauco, le dice algo? - Hans se apresuró en contestar -.

  • ¿Debería?

  • No lo sé. En todo caso, se trata de un ser mítico, de apariencia repulsiva, es bajo, su cuerpo esta cubierto de pelos, tiene orejas puntiagudas…

  • Alto, no vine para estudiar mitología chilena.

  • Sí lo sé, pero escuche. Se dice que este ser seduce de algún modo a las doncellas, ya sabe a las mujeres vírgenes, y las viola a su entera satisfacción.

  • Eso suena más a una primitiva forma de encubrir un embarazo de madre soltera - concluyó Fox -.

  • Sí, eso es lo que piensan en general las personas y creen que así se originó la leyenda. Pero allí - dijo indicando el archivador - verá muchos casos de mujeres, niñas algunas, que durante muchas décadas han testificado sobre el mismo culpable.

  • Eso es obvio, me imagino que todo el mundo aquí conoce la leyenda.

  • Sí, pero aproximadamente un 13% de los casos corresponde a mujeres extranjeras, quienes no hablan español, y no conocen nuestras tradiciones; han sido turistas de un fin de semana. Lo interesante es que sus relatos concuerdan.

  • ¿Y que explicación se ha dado a las víctimas? Que un ser mítico las ha seducido.

  • Quizás a algunas, pero lo habitual es que regresen rápidamente a su país, tratando de olvidar lo ocurrido. Ni siquiera siguen un juicio o piden explicaciones.

  • Bueno y usted que cree. ¿Por qué le interesa tanto este asunto? ¿Y por qué me contactó de esta forma?

  • Lo que pasa es que en general nadie da credibilidad a estas historias, la policía se sonríe. Si revisa los expedientes se dará cuenta que el caso que investiga es uno de tantos, y si pone atención verá… que yo formo parte de estos casos - el hombre bajó la vista, conmovido por un hondo pesar -.

  • - Fox, se sobre saltó - Creí que este violador sólo atacaba a mujeres vírgenes.

  • - Hans enrojeció - Y así es - respondió enérgicamente -, lo que quise decir es que mi madre fue una de las víctimas y yo he sufrido mucho por esto.

  • Usted no se parece al… ¿cómo dijo que se llama?

  • Trauco. Y tampoco es lo que imagina - Hans estaba visiblemente molesto -. Mi madre es descendiente de alemanes y mi padre era un chileno mayor en edad, que se aprovechó de su inocencia, sin embargo a las dos semanas de ocurrido este vergonzoso hecho, mi madre fue nuevamente violada, pero esta vez se trató del Trauco. Mi padre natural se amparó durante muchos años en este incidente para desconocer su paternidad, hasta que por fin las pruebas de ADN lo demostraron…

  • Entiendo, usted responsabiliza al Trauco, del fracaso entre sus padres, y por eso quiere demostrar que sí existe - Fox miró a Hans directamente a los ojos -.

  • Simplemente quiero atraparlo y evitar que alguien más sufra - fue la defensa de Hans -.

  • Aquí veo relatos que principian en 1800, ¿no cree que se trata de otro Trauco? Y mire, aquí se indica la posible existencia de una tribu de pigmeos, que pudo haberse sentado en estas zonas y permanecer oculta, buscando mujeres con las cuales reproducirse.

  • Bueno hay quienes sostienen esa teoría, yo en particular…

  • Sabe, Sr. Carter, no veo nada que me indique que el motivo de mi investigación concuerda con la suya. Es cierto, vengo a resolver una violación, y mi propósito es coordinar un procedimiento con la policía que me permita hacer un muestreo de ADN de quienes resulten sospechosos y compararlo con la muestra del bebé que murió.

  • Supongo que sabrá que esa criatura concuerda con la descripción que le he dado - Hans veía que su única oportunidad estaba apunto de irse -.

  • No, no lo sé. Pero si creo que la descripción que me dio, bajo ciertas condiciones, pudiera concordar con la de un pigmeo extraviado - en eso, sonó su celular -. Mulder, diga.

  • Habla Scully, ya he terminado mi investigación aquí, voy para allá.

  • Pensé que tardarías más tiempo.

  • Sí, es que el resto de los antecedentes pedía que me los enviaran a la oficina de policía de allá.

  • ¿Tienes algo que decirme al respecto de lo que has descubierto?

  • Preferiría conversarlo contigo, estoy sorprendida. Creo que después de todo, este será uno de esos casos que te gusta investigar.

  • No me dirás que hay algo sobrenatural detrás de la violación.

  • El bebé en cuestión no… - Dana titubeó - no es humano, Mulder. Por eso, es preciso que conversemos detenidamente este caso.


Fox miró a Hans, y sin decirle nada, terminó la conversación con Scully:

  • Sabes, siendo así, será mejor que anotes otra dirección donde te esperaré. Ah, y no le digas a Skinner, creo que este será uno de esos casos…

Fox pasó el resto del tiempo analizando los expedientes que le entregó Hans. Al medio día del día siguiente llegó Dana.

  • ¡Scully!, al fin.

  • Hola, Mulder, sí llegue bien, ¿y tu cómo has estado?

  • No hay tiempo para eso ahora, tenemos mucho que hacer. Te presento al agente…

  • Hans Carter, el me fue a buscar, Mulder.

  • Ah sí, es cierto. Ahora dime que es lo que has averiguado - Fox estaba muy entusiasmado -.

  • ¿Por qué será que creo que tu ya tienes una teoría al respecto? - Dana aprovechó de tomar asiento y estirar sus piernas -.

  • Bueno, Hans, Scully ¿quieres algo? - Fox, miró a ambos -.

  • Sí, por favor, quisiera una bebida.

  • - Hans miró a Fox, que lo miraba con expresión de ¿y? - Yo se la traeré con mucho gusto, siempre es grato atender a una dama tan hermosa como usted - dicho esto, Hans salió de la oficina -.

  • Parece que todos los latinos son iguales - dijo sonriendo burlescamente, Dana a Fox -.

  • No hay tiempo para eso ahora.

  • ¿Por qué la urgencia?

  • Creo que esta noche nuestro violador volverá a atacar.

  • ¿Ya has descubierto su modus operandi?

  • Llamé a algunos amigos y obtuve algunos datos de este lugar. Todos los relatos donde participa el Trauco ocurren con luna llena.

  • ¿Ya sabes cómo se llama?

  • Sí, es un mito, del cual tenemos antecedentes que por lo menos principian en 1800.

  • Mulder, no de nuevo, por favor.

  • Scully escucha, creo que nos enfrentamos a un duende.

  • ¿Qué?

  • Sí, son seres de otra dimensión, que aprovechan ciertos portales para visitarnos y éstos sólo se activan bajo circunstancias singulares como el plenilunio.

  • ¿Mulder, quieres perseguir a un duende llamado Trauco?

  • Aquí le llaman así, pero lo importante es que hoy podría atacar.

  • Porque hoy habrá luna llena, ¿no es cierto?

  • Me sorprendes Scully, veo que lo has aceptado muy rápido.

  • No es eso - Dana suspiró -. ¿Dime, qué te hace pensar que aquí existe un portal por donde cruza tu duende?

  • He descubierto que esta es una región muy rica en mitos y leyendas, lo cual es propio de regiones con portales.

  • Srta. Scully - Hans entró a la oficina -, aquí está su bebida, ¿se le ofrece algo más?

  • Sí por favor, ¿tiene algo para el dolor de cabeza?

  • ¿El vuelo la ha afectado?

  • No lo creo, pero siento que mi cabeza va a estallar.

  • No se preocupe, seguramente se debe a la diferencia de presión, altiro le traigo una aspirina - Hans volvió a salir -.

  • Mulder, por favor, no perdamos tiempo en esto.

  • Al principio, yo me rehusé aceptar hipótesis paranormales, pero tu me confirmaste que el bebe no era humano.

  • Sí dije eso, porque no es compatible genéticamente hablando con un humano.

  • ¿Y qué te dice eso? Yo responderé: el violador no es humano, es un duende.

  • Está bien Mulder, no lo discutamos más, qué quieres hacer.

  • Tendámosle una trampa, necesitamos utilizar a una virgen que llame su atención, - luego de mirar a Dana continuó - ¿quién podría ser?

Dana pareció molestarse, pero en eso llegó Hans con la aspirina.

  • ¿Usted le metió esa estúpida idea, verdad? - Dana miró indignada a Hans -.

  • Tenga, su aspirina, Srta. Bueno, creo que yo he abierto los ojos de su compañero, el Trauco más que un mito es una realidad que debemos aceptar, si es que de él estamos hablando.

  • Junto, con lo del portal, supongo.

  • Scully, él no lo sabe, aún no se lo he dicho - Fox intervino -.

  • ¿Y qué es lo que no sé?

  • En realidad eso no tiene importancia ahora; lo que necesitamos hacer es tenderle una trampa, necesitamos que una joven sirva de señuelo - Fox quería mantener en reserva la posibilidad de encontrar un portal hacia otras dimensiones -.

  • ¿Usted se refiere a una joven virgen que tiente al Trauco? - luego de mirar a Dana, continuó -. No se quién nos pueda ayudar.

Dana estaba realmente molesta.

  • ¿Es que en su personal no hay ninguna joven soltera? - preguntó Dana -.

  • Solteras tenemos varias, pero, yo no sé… De todos modos de que nos sirve, ¿o acaso ya sabe por donde empezar? Si no lo ha notado los registros abarcan muchos kilómetros, y tardaremos algunos meses en cubrirlo todo.

  • Sólo tenemos esta noche - aclaró Fox -.

  • Entonces es imposible, ¿que le hace suponer que atacará hoy? - Hans estaba muy sorprendido -.

  • De todos los casos que he revisado sólo parecen creíbles aquellos que ocurren en las noches de luna llena como hoy, el resto son parte de la fantasía popular.

  • ¿Srta. Scully, en su investigación de la criatura descubrió algo peculiar? - Hans, se acercó impertinentemente a Dana -.

  • No - respondió Dana apartándose - Perdón, en realidad sí. Tal como ya debe saber, sólo dos tercios de sus genes eran comparables con los humanos, y el resto son un enigma, todo parece indicar que se trata de una mutación estable que podría dar origen a otra especie, claro que por su comportamiento se deduce que se trataría de una criatura muy agresiva, ya mató a su madre.

  • ¿Qué acaso no estaba muy mal herida? - Fox levantó la cabeza -.

  • Mientras hacía el transbordo del avión, ella falleció - Dana no quiso levantar los ojos -.

  • Pobre Skinner - Fox se compadeció -.

  • Con mayor razón debemos detener al Trauco de una vez por todas. ¿Cuál es su plan? - Hans estaba impaciente -.

  • Creo que nuestra mejor carnada será utilizar una novicia - Fox parecía estar iluminado -.

  • Mulder, por Dios - Dana tocó su crucifijo - como puedes decir…

  • Excelente idea, creo que sé quién nos podrá ayudar - dijo Hans, con una expresión de éxito en su rostro -.

  • Sí, la hermana Beatriz - sin querer Fox había dado con una importante clave -.

  • La hermana de Cristina, excelente deducción agente - Hans le tendió su mano a Fox para felicitarlo -.

  • ¿Alguien me quiere explicar lo que está pasando? - preguntó Dana -.

  • Sí - dijo Fox -, hace siete años Cristina Salgado fue violada por el Trauco, y luego de eso se suicidó. Su hermana menor, que en ese entonces tenía 9 años, quedó tan marcada por este hecho que decidió entrar al convento de las Carmelitas. ¿No es así? - Fox miró a Hans -.

  • Cierto, y es seguro que ella va a estar dispuesta a ayudarnos - respondió terminantemente Hans -.

  • Fantástico, vamos a arriesgar la castidad de una novicia, colocándola de señuelo ¿dónde? - Dana se había cruzado de brazos y piernas -.

  • El dónde vendrá después. Primero vamos a hablar con ella al convento. Scully, creo que tu serás la indicada. - Fox ya estaba listo, con su abrigo puesto -.


Cerca de las afueras de la ciudad se encontraba un Convento de Carmelitas, por lo visto era del siglo XIX. Fox y Hans, esperaron afuera en el auto, mientras Dana y Catty, una agente de investigaciones bilingüe, entraron a conversar con la Madre Superiora.

Encontrándose en una sala modestamente arreglada, Dana y Catty, fueron saludadas fraternalmente por la Madre María. Catty tradujo a Dana el saludo, y luego ésta saludó a la Madre, pero cuando Catty quiso hacer la traducción, la Madre interrumpió.

  • Se lo agradezco pero el inglés es uno de los idiomas que domino, por lo que podemos hablar directamente - acotó la Madre María -.

  • Madre María, agradezco vuestro recibimiento. Estoy llevando adelante una investigación del FBI, y requiero la concurrencia de una de vuestras novicias.

  • ¿Por casualidad se trata de la hermana Beatriz? - la Madre Superiora no parecía sorprendida -.

  • ¿Cómo lo supo? - Dana estaba muy impresionada -.

  • Todas acá conocemos la infortunia de su hermana, y cómo lo hechos nunca se aclararon, siempre he esperado que alguien viniera a esclarecer el misterio.

  • Madre, perdone la pregunta, pero durante las pocas horas que tengo de estar en este país, he notado que hay quienes creen en la existencia de un ser mítico, el Traco, responsable de la violación…

  • Usted se refiere al Trauco. Sin duda se le culpa de muchos delitos que no ha cometido.

  • Eso parece una defensa - Scully frunció el ceño -. ¿Usted también cree en su existencia?

  • Iré a buscar a la hermana Beatriz, rogaría no le haga pensar que el Trauco fue el responsable del suicidio de su hermana. Quiero que quede en claro que permitiré esta entrevista con la única esperanza de dar consuelo a la hermana Beatriz, pero si el resultado es el contrario, prohibiré cualquier investigación posterior.

La Madre Superiora abandonó la sala y fue en busca de la novicia. Mientras tanto Dana se quedó en compañía de Catty, meditando sobre la extraña conversación.

Pasaron cerca de 15 minutos hasta que la Madre María regresó en compañía de la hermana Beatriz.

  • Disponen de media hora para conversar porque pronto se inicia un retiro del cual deben participar todas las novicias - fue la frase con que se despidió la Madre Superiora -.

  • La Madre María, ya me ha puesto al tanto - la voz de la hermana Beatriz era muy dulce - Como verán, no tengo dificultades con el idioma, por lo que la presencia de vuestra interprete está de más. Siendo así, os ruego continuar esta conversación a solas, pues no quiero que nadie más participe del dolor que cargo en mi alma.

Las agentes intercambiaron miradas, y luego Catty se retiró.

  • En realidad hermana, no estoy aquí para hacer una entrevista, he venido a pediros vuestra participación activa en una investigación que llevamos adelante, y de la cual creemos podremos resolver incluso el caso del suicidio de su hermana.

  • ¿Eso quiere decir que esperáis que me ausente del convento?

  • Será necesario por muy poco tiempo, os lo aseguro.

  • De ningún modo.

  • Hermana Beatriz - Dana no esperaba esa respuesta -, tenemos razones para suponer que el violador atacará esta noche de nuevo, y no se como decirlo…

  • Necesitan una carnada, una mujer virgen que esté dispuesta a arriesgarse para atraparlo, alguien que como yo "tenga una deuda pendiente con él".

  • ¡Parece que ustedes leyeran la mente! - Dana que la había escuchado con la boca abierta, no pudo contener su sorpresa -.

  • Pues se equivoca con migo.

  • - Dana se confundió - ¿usted no es…?

  • No, por Dios - la hermana se persignó -, no me refiero a eso - dijo categóricamente -, sino a lo segundo, yo no tengo deudas pendientes con nadie y menos con él.

  • Habla como si conociera al violador de su hermana.

  • Si usted está tras la huella del Trauco, claro que lo conozco. Todas aquí… - la voz de la Madre Superiora la hizo callar desde detrás de la puerta que se abrió de sopetón -.

  • ¡Oh, por Dios, Virgen Santísima! - exclamó la Madre María - ¿pero qué estás diciendo? Ya me temía yo que todo este asunto pudiera trastornaros de nuevo.

  • Madre, no estoy trastornada como dice, bien sabe que es la verdad. Ud. misma nos lo ha dicho, la pobre criatura no tiene continencia y sucumbe ante los libidinosos deseos de las mujeres que siendo vírgenes desean varón…

Los gritos de la Madre Superiora llamaron al resto de las hermanas que sometieron a la novicia rebelde y obligaron a abandonar la estancia a las agentes.

A las puertas del convento se encontraban Fox y Hans, impacientes por la tardanza.

  • ¿Y la hermana? - preguntó Fox -.

  • Olvídate de ella - le respondió Dana -, vamos al auto y les cuento.

  • Vamos - asintió Fox -.

  • No lo puedo creer - fue la opinión categórica de Hans -.

  • ¿Tu qué crees Scully? - Fox no se veía impresionado por la historia que les acababa de relatar Dana -.

  • No lo sé, es posible que la Madre Superiora tenga razón y la hermana Beatriz sufra un trauma agudo en relación a la violación de su hermana.

  • A mí no me parece, creo que nos ocultan algo, y que la hermana Beatriz habló con la verdad - Fox parecía tener la punta del hilo que los conduciría a la salida del laberinto -.

  • No estarás hablando en serio Mulder - Dana lo miró interrogativa; en otro tiempo, hace mucho tiempo, se habría sorprendido -.

  • Todo concuerda Scully, ¿qué es lo que hacen los duendes?

  • Perdón, ¿cuáles duendes? - intervino Hans -.

  • ¿Atesoran riquezas? - preguntó Dana -.

  • Exacto. Creo que nos enfrentamos a un tipo especial de duende cuyo principal tesoro es la virginidad de las mujeres, y cuando ve que una se traiciona a sí misma, el se siente en libertad de robarle su virginidad.

  • ¿Mulder, no creerás que las monjas de este convento cuidan y protegen a un duende violador? Eso es un sacrilegio…

  • No Scully, es a la inversa, el duende las cuida y protege a ellas.

  • De quién por Dios.

  • Pues de ellas mismas, de sus propias tentaciones, ellas saben que si son infieles a sus sentimientos, el las violará y sufrirán la humillación de esa afrenta. Su presencia evita que ellas caigan en tentación. Probablemente este sea el convento más puro de todos los que existen. Este duende forma parte del método de enseñanza del convento que se remonta al siglo XIX, y que coincide con los primeros relatos de las actividades del Trauco. Si es así, tal vez no existe el portal.

Los agentes del FBI, estaban tan ensimismados discutiendo las posibilidades que no se dieron cuenta de las acciones de Hans y Catty, quienes extrajeron unos pañuelos cargados con cloroformo y los adormecieron.

  • Sr. Strunghold, disculpe pero ¿que vamos a hacer con los agentes del FBI?

  • Sr. Carter, ha hecho un excelente trabajo. Debo informaros que el Sindicato ha aprobado los fondos que nos solicitaron a pesar de que no nos habéis aclarado vuestros propósitos al respecto. Entonces, ahora nosotros nos haremos cargo de los agentes.

  • Sí, señor.

  • ¿Skinner?, ¿Dónde estoy? - Fox, se encontraba mareado y sin memoria reciente -.

  • Descansa Mulder, ha pasado una semana desde que te envíe junto a Scully a una misión a Chile. Desafortunadamente el avión en que viajabas chocó antes de aterrizar. Como te darás cuenta, sobreviviste, pero has estado inconsciente todo este tiempo.

  • ¿Y Scully? - preguntó preocupado Fox -.

  • Ella está bien. Mientras realizaba los peritajes forenses, una cañería de gas hizo explosión, ella logró sobrevivir pero todos resultados de la investigación se quemaron. La inhalación de los gases le provocó una amnesia temporal, en todo caso, nada de cuidado.

  • El caso en que estábamos trabajando no lo recuerdo - Fox no se rendía -.

  • Es mejor olvidarlo. Mi sobrina murió, y los informes secundarios, indican que el bebe tenía severas malformaciones congénitas que llevaron a este horrible desenlace.

  • ¿La palabra Trauma, no es, atraco, o algo así, le dicen algo?

  • La violación de mi sobrina seguramente. Mi hermana dice ahora que su hija fue la única culpable de lo sucedido y me da las gracias por el apoyo, pero no quiere que se hable más del asunto. Y a decir verdad, yo tampoco. Ahora descansa, mañanas verás a Scully.

  • ¿Entonces el viaje a Chile no sirvió de nada?

  • En eso te equivocas, no se como pero las monjas de un Convento Carmelita en Chile, se enteraron del accidente del avión y estuvieron rezando por todos los pasajeros. Lo increíble, es que ninguno murió y todos están en franca recuperación. Por ahí dicen que son las más milagrosas de todas; a lo mejor te convendría escribirles después.

  • Gracias, pero no creo que lean inglés.

The truth it's out there…

El Tiempo Perdido


Lo que le sucedió a Mulder y Scully, era un misterio, pero nadie parecía preocuparse demasiado por ello. Salvo Mulder.

  • “El Pistolero Solitario”, diga, ¿cuál es su noticia?

  • Hola, soy yo, Mulder.

  • ¿Qué tal Mulder, ya estás de regreso?

  • Más o menos.

  • Estás o no éstas, es cómo “to be or not to be”, pero no…

  • Sí, sí, capto la idea. Lo que pasa es que necesito que me ayuden, algo nos sucedió a Scully y a mí; y quiero hacerme una regresión.

  • Ah…, ve con el doctor Misterio.

  • Espera, ¿no se llamaba así una serie de televisión?

  • No, sé yo no veo tele, pero todos le dicen así.

La conversación continuó hasta que por fin Mulder obtuvo la dirección del doctor Misterio y entonces colgó.

  • De nada Mulder - sólo se escuchaba el pitido de un teléfono muerto -, siempre es un placer… ándate…

La dirección, llevó a Mulder a un sitio oscuro y tenebroso, ahora sabía por qué le decían doctor Misterio. Después de tocar al timbre, pasaron unos segundos hasta que por fin se escucharon unos pasos que desde la distancia se acercaban lentamente, hasta que la puerta se abrió con un lúgubre chirrido.

  • ¿Diga? - inquirió una voz, vetusta y oxidada -.

  • - Luego de una carraspera fingida, Mulder dijo - Bueno, busco al doctor Mis…

  • Adelante - se apresuró la voz -.

  • Gracias, en realidad me enviaron los chicos de…

  • Eso no importa. Dígame ¿cuál es su problema? - al tiempo le indicaba a Mulder que se dirigieran hacia una tenue luz al fondo de un pasillo muy largo -.

Mientras caminaban, Mulder le daba cuenta de una extraña laguna de tiempo en su mente, sabía que había ido con Scully a un pobre país, al fin del mundo, a investigar un extraño caso de violación, y que luego, al retirarse de un convento… todo se nubla.

  • Mmmm….

  • ¿Qué, alguna idea?

  • Mmmm…

El doctor Misterio parecía absorto en una distante idea.

  • En realidad no.

Mulder, quedó boquiabierto por un rato, y luego reaccionó.

  • Pero, me lo recomendaron, dijeron que me ayudaría.

  • Mmmm…

  • ¿Qué?

  • ¿Qué quiere que haga yo?

Mulder ya no cabía en su compostura, pero en un último esfuerzo:

  • ¿Qué tal si me hipnotiza, y averiguamos qué me pasó en ese tiempo perdido?

  • Mmmm…

  • ¿Y ahora qué, acaso no sabe de hipnosis?

  • Mmmm… me parece buena idea, venga recuéstese aquí - dijo apuntando a un destartalado sofá cama -.

  • Por fin.

Mientras Mulder se tendía, el doctor Misterio encendió una luz que parecía de discoteque, con una bola brillante que giraba.

  • Quiero que se concentre en la esfera que gira.

Mientras Mulder miraba con desconfianza la bola brillante, una tenue voz le hacía relajarse, y entonces la luz estroboscópica…

  • Scully, despierta - Mulder estaba amarrado encima de Dana, en lo que parecía la maleta de un auto - ¡vamos Scully!.

  • ...Mulder, pero qué haces encima mío - al moverse su labios se rozaron por un instante -.

  • Estoy tratando de tener sexo pero tu no estás muy participativa.

  • ¡Qué!

  • Estamos atados, Scully, y al parecer dentro de un auto.

Dana, aún confundida, trató de separarse de Mulder pero le fue imposible, en realidad estaban atados.

  • Podrías separarte un poco más… - Dana estaba realmente incómoda -.

  • Sí claro, cuando abran la maleta - Mulder le sonrío burlescamente.-

En la posición en que estaban era cada vez más difícil disimular… - ¿Cómo están, interrumpo? - Dijo Strunghold.

  • ¿Cuánto por otra media hora? - Mulder, no lo reconoció al instante su vista y su mente estaban muy perturbadas -.

  • Veo que no pierde su singular sentido del humor, Sr. Mulder.

  • ¿Strunghold? - preguntó Dana-.

  • Veo que me reconoce Srta. Scully.

  • ¡Strunghold!, pero que es esto.

  • Después me lo agradecerá Mulder, pero ahora levántese.

Luego de algunas dificultades, Mulder y Scully, caminaban escoltados por su Strunghold, hacía lo que parecía un subterráneo.

  • ¿Qué pretende Strunghold? - Mulder, ya más repuesto, iba cobrando entereza, y claridad para pensar en cómo liberarse del opresor -.

  • Todo a su tiempo Mulder, me has dado muchos problemas, ya era tiempo que te devolviera la mano.

  • Has conspirado en contra de la humanidad, planeado una alianza alienígena para sobrevivir a la invasión, ¿y yo soy el que causa problemas?

  • Mulder, tranquilízate, - Scully intuía que no venía nada bueno para ellos -.

  • Eso es Dana, tranquilícelo, será lo mejor, para ambos.

Se produjo un silencio, mientras continuaban descendiendo.

  • ¿A dónde vamos?, - Mulder sabía que la única oportunidad que tenían era lograr una distracción en Strunghold -.

  • A lo que vino Sr. Mulder, a lo que vino.

El escenario lentamente se transformaba en algo así como un calabozo medieval.

  • Vamos Strunghold, ¿dónde estamos?

  • Mulder, esto parece... se parece a las celdas de un convento de claustro, debemos estar debajo del Convento de las Carmelitas.

  • Así es Srta. Scully, así es.

Bruscamente se detuvieron, y la luz de una frágil lampara, hizo su ingreso desde un fondo aún más oscuro.

  • ¡Madre María!

  • Vámos Scully, es sólo una anciana.

  • No, Mulder, ella es la madre superiora.

  • Mr. Strunghold, ¿pero qué está haciendo, con estos extranjeros?, pensé que ya se habían desecho de ellos.

  • Madre Superiora, de haberlos dejado ir, todo el esfuerzo de su vida se habría ido con ellos, entiende.

  • Pero…

  • Pero nada, los he traído para el ritual, hoy es Luna llena.

  • Pero…

  • Pero nada, ya se lo dije.

  • ¡Ella no puede ser!

Mulder esbozó una sonrisa, y Scully si hubiera podido golpearlo, seguro que lo habría hecho.

  • No sea ingenua, ella también sirve.

  • El Trauco sólo desvirga a doncellas, y nosotras somos las más puras, así es como servimos a la Comunión de Todos los Santos.

  • Ay, la ingenuidad, ¡cuánto nos ha facilitado las cosas! Ahora vaya y suelte al Trauco, o, ya sabe…

La Madre Superiora dudó, vaciló un par de veces, hasta que por fin abrió una reja.

  • Déjelos allí, yo liberaré al Trauco - fue lo último que dijo y se marchó -.

  • Bueno, mis agentes favoritos, todo llega a su fin y este es el suyo - Strunghold, tenía un aire casi divertido -.

  • Vaya a comparar “palomitas de maíz”, para que disfrute del espectáculo - Mulder le increpó amargamente -. ¿Y qué horrible criatura nos dará la despedida?

  • No, no, no hay despedida, diremos que más bien se trata de un nuevo comienzo.

  • ¿Para quién? - Dana estaba muy asertiva -.

  • Bien Dana, sin duda sabe lo que le va a pasar, usted sin duda hará una gran contribución.

  • Strunghold eres un idiota si piensas que dejaré que el Traco, le haga algo a Scully así como así, los duendes, o trolls, no me asustan.

  • Cierto Mulder, ¿pero cuál es tu peor pesadilla?, ¿qué tal si la revives?

Cómo una foto, Mulder, recordó a su hermana, los últimos instantes hasta que desapareció.

Con un carcajada Strunghold, los dejó sólos en el calabozo.

  • Mulder…

  • Scully… vé si puedes desatarme las manos…

Ambos se pusieron despaldas y Scully hizo lo imposible por desamarrar el nudo, pero no resultó. En el intertando Mulder trataba de ver por dónde escapar, y de pronto observó que desde lo alto se filtraba una luz… era la luz de la Luna… era una luz cada vez más intensa que inundó toda la habitación. De pronto ya no estaban solos.

  • Atrás Scully, ¡retrocede! - Mulder intentó patear a un ser de pequeña estatura, y color grisáceo, pero éste le interfirió, le bloqueó mentalmente y lo arrojó, contra la muralla.

Scully, intento ayudar a Mulder, pero algo la detuvo, algo la hizo volverse y caminar hacía la criatura. Un olor muy intenso, no definido, pero excitante aceleró su pulso y cayó de rodillas frente al extraño ser, que con ojos libidinosos la miraba.

  • Scully, no…, resiste… - Mulder cayó inconsciente -.

El Trauco, comenzó a desgarrar el primer botón de la blusa de Scully, mientras ella se mecía suavemente como en un vals.

  • ¡Alto! Tra-U-Co. Ella, no.

Scully, mareada, y ardiendo en fiebre apenas volteó la cabeza y creyó ver, vio a la Hermana Beatriz. En esas condiciones cayó al piso, cerca de Mulder.

La Hermana Beatriz, entró al calabozo y apartó a la criatura. El extraño ser, parecía temerle.

Cogiendo a Scully, cortó con un cuchillo la cuerda y luego liberó a Mulder. Quién al reponerse tomó el cuchillo, y pretendió protegerlas.

  • Atrás, yo me encargo.

  • No será necesario, yo puedo sóla con él.

  • ¿Cómo?, ¿qué es? - Dana, no salía de su asombro ni de su fiebre.-

  • Es la encarnación de la lujuria, de la carne por la carne…

  • Supongo que se da cuenta, que es extraterrestre, - Mulder parecía fascinado contemplándolo -.

  • En cierta forma sí, es extraterrestre, lleva siglos con nosotros, se alimenta de nuestros pecados.

  • Salgamos por favor, ya no aguanto más…

  • Bien Scully, vamos srta. Hermana, vamos.

  • No, yo me quedo - Beatriz ya no se veía tan segura.-

  • No, no vamos, a salir todos y si esa cosa se pone agresiva la descuartizo - Mulder parecía dispuesto a todo.-

La puerta del calabozo se cerró al tiempo que la luces volvieron, algo le arrebató el cuchillo de las manos a Mulder, y de pronto la oscuridad lo llenó todo.

  • ¿Mulder?

  • Sí, aquí estoy. - Sus manos se tocaron, rápidamente sus cuerpos se juntaron, no pasó mucho hasta que sus caras hicieron contacto y entonces se besaron.-

Una pasión descarada les provocaba acariciarse y besarse, hasta que Scully:

  • Mulder… la criatura…

La criatura era responsable, sin duda, ¿pero dónde estaba, dónde estaba Beatriz?

Apartándose lentamente, se miraron o al menos lo intentaron, sus ojos ya se habían acostumbrado un poco a la oscuridad y podían ver penumbras. Scully se abrochó la blusa, y Mulder…, bueno.

  • Mulder, la puerta está abierta.

  • Salgamos pronto. - Era lo único que atinó a decir.-

Mulder llevaba aún el cuchillo en la mano, cuando llegaron hasta una puerta, que por fin daba a un cuarto. Al irrumpir, vieron que era una habitación, la de Beatriz, pues su foto estaba junto con la de su hermana en el velador.

  • Es el cuarto de Beatriz…

  • Sí, ya lo sé.

Mientras hurgaban entre las cosas de Beatriz, la puerta se abrió.

  • ¡Cómo es posible que permitiera…! ¿Qué hacen aquí?

  • Se lo advertí Madre, ellos arruinarán todo - Strunghold, sacó su arma y apuntó nuevamente a los Agentes -.

  • Baje esa arma, Mr. Strunghold.

  • Lo siento, júntense los tres. No sé cómo escaparon pero… ¿y Beatriz?

  • Precisamente, gracias, a ella - se apresuró en responder Scully -.

  • ¿Algún problema Strunghold? - Mulder, sabía que esta sería su oportunidad para desarmarlo, sólo debía distraerlo.-

Strunghold y la Madre María, intercambiaron miradas, y la Madre se apresuró a correr hacia los calabozos.

  • Mi Beatriz, no, pobrecita, ¡no!

Strunghold, sin pensarlo le apuntó y disparó a una pierna; al tiempo que Mulder arranco la lámpara del velador, y le botó el arma de la mano. Luego intercambiaron unos golpes mientras Scully se aseguraba el arma.

  • ¡Basta! - gritó Scully -.

  • Bien - Strunghold levantó los brazos -.

  • Dame el arma Dana, yo me encargaré de Strunghold, y tú atiende a la Superiora - Mulder estaba sangrando del labio, pero Strunghold ya no sería una amenaza -.

  • ¿Cómo está Madre?

  • Bien, pero por favor salven a Beatriz.

  • No diga tonteras, usted sabe que el monstruo sería incapaz de hacer algo con ella - Strunghold se veía entregado -.

  • ¿Y por qué no? - Mulder tenía el arma firmemente contra su cuello -.

  • ¿Cómo cree usted, que estas monjas se han salvado del monstruo por tantos años?

  • Porque estamos consagradas al Señor - contestó con presteza la Madre María -.

  • ¡Ah! la ingenuidad, mi debilidad favorita. ¿Tú no creerás eso Mulder?

  • Lo que yo crea jamás le ha importado, ¡dígame por qué no!

  • ¿La conspiración recuerdas?

  • Sí, la dominación de la Tierra pero con algunas ventajas para algunos. Aquellos que tengan el anti virus aliens.

  • ¿Pero de qué hablan? - La Madre María se veía sorprendida -; Scully continuaba vendando la herida con un pedazo de tela de una ropa de cama, seguramente de Beatriz - Tranquila no se mueva tanto -.

  • ¿Qué tiene que ver el anti virus con estas monjas?

  • Vamos Mulder, nos has causado tantos problemas, y ahora te falta creatividad?

  • El Traco, no les hace nada porque están inoculadas con el anti virus… ¿es eso?, ¿es el SF3A?

  • ¿Qué es eso Mulder?

  • La vacuna, Scully, es el Trifluoruro de Azufre, fórmula A. Es altamente explosivo si no se maneja con cuidado y tiene un agradable aroma…

  • No hace monjas, pero ese muy efectivo contra los aliens - Strunghold parecía satisfecho -.

  • Eso no es cierto, jamás han vacunado a ninguna de nosotras.

  • Seguramente no era necesario, verdad. ¿En qué pusieron el suero?, deben combinarlo con algo más para que sea estable… las monjas no consumen muchas cosas. ¿Dígame Madre, cómo es que está asociada con este tipo?

  • El nos provee de hostias consagradas del… Vaticano - con gran remordimiento agachó su mirada -.

  • ¡Hostias!, ya han caído muy bajo.

  • La subsistencia de nuestra especie está en juego Mulder.

  • Pero sí es así, el Traco, no podría habernos seducido cómo lo hizo, debió haberse atemorizado.

  • - Scully, se sobresaltó - Lo que Mulder quiere decir, es que… sentimos su maldad, pudimos percibirla…

  • ¿Pudimos?, ¿usted también Mulder?

  • Sí, también.

  • Eso es imposible, el Trauco sólo seduce mujeres, porque es un macho degenerado de su especie, es menos evolucionado.

Aprovechando que Mulder estaba concentrado en el asunto, Strunghold lo golpeó, forcejearon, el arma se disparó y rompieron la lámpara central de la habitación. Cuando por fin, Mulder recuperó el control del arma, Scully tenía unas hojas en sus manos.

  • ¿Qué es eso Scully?

  • Al parecer son notas en alemán.

Strunghold, alzó la vista y con sorpresa exclamó:

  • ¿Cómo llegó eso ahí?

  • ¿Qué es?, vámos hable, ya lo ha dicho todo, no querrá ahora que esta arma se dispare.

  • - Luego de titubear - Son notas, codificadas en alemán para que nadie las lea fácilmente, contienen la fórmula y una explicación del efecto que causa contra el Trauco.

  • No será muy difícil de verificar, de vuelta en casa las entregaremos a un experto.

  • No es necesario esperar tanto, yo podría traducirlas.

  • ¿Usted? - Scully miró con complacencia a la Madre María -.

  • Sí, es que acá en Temuco, habemos muchos descendientes de alemanes.

  • ¿Y Beatriz?

  • También, su abuelo materno…

  • Entonces ella lo sabía. Ella siempre quiso vengarse del monstruo y esperó el momento para hacerlo.

  • ¿Pero eso no tiene sentido Mulder?

  • Sí que lo tiene Scully. Ella aprendió la misma técnica que él, seguramente logró despertar sus feromonas, y el pobre monstruo ha de haber terminado entregándose a sus ansias, y ¿muriendo? - Mulder devolvió la mirada a Strunghold -.

  • Bueno, si él la toco, si intercambiaron fluidos… ¡maldición!, maldita perr..

  • ¡Eh!, cuidado, ella es una monja. ¿Madre, estas catacumbas, cuántas salidas tienen?

  • Cuatro, es casi un laberinto, no podrá encontrarlos.

En eso, sonó otro disparo, el ruido vino de abajo.

  • Ten Scully, vigílalo – Mulder dijo esto mientras le entregaba el arma, y emprendía una desenfrenada carrera, hacia lo desconocido -.

Al internarse en la oscuridad, pudo escuchar la voz de la Madre Superiora, quien le dijo que encendiera una antorcha, y entonces se dio cuenta que en la paredes había cada cierto trecho una, y con el encendedor que llevaba encendió la primera que pudo.

  • ¡Beatriz!, soy Mulder, hábleme, ¡quiero ayudarla!

Su voz retumbó por los pasillos. Y mientras continuaba perdiéndose en el laberinto, un peculiar olor a rosas, lo embebió. Sin pensarlo, lo siguió, desde donde parecía más fuerte, hasta que por fin encontró el cuerpo sin vida de Beatriz.

  • Huele a rosas…. así es con los Santos…

Al lado de ella había una mancha, como gelatinosa, y mal oliente, y cada instante que pasaba, menos quedaba.

  • Oh, no. Otra vez sin pruebas.

Finalmente, Mulder volvió con Scully, llevando consigo el cuerpo inerte de Beatriz.

  • ¡Nóooo Dios mío! - exclamó la Madre Superiora, rompiendo en llanto.

  • ¿Qué fue lo que sucedió, Mulder?

  • Creo que quiso poner termino a su vida, luego de completar su misión.

Entre los llantos, y la confusión Strunghold, golpeó a Scully, y huyó.

  • No vale la pena, Scully, ya no quedan pruebas, deja que se vaya.

En menos de 10 minutos, llegó la policía al lugar, y cerraron el caso como una muerte accidental, gracias al testimonio de los agentes del FBI. La Madre Superiora fue llevada a un hospital, y Mulder y Scully, canjearon su pasaje de regreso.

  • Este fue, y será un caso inolvidable, Mulder. - Scully tiernamente acomodó su cabeza en el hombre de su compañero, mientras la azafata se retiraba, luego de servirles unos tragos -.

Mulder se animó a abrazarla, y al girarse, sus rostros se acercaron, y lo labios de ella, parecieron hincharse…

De un momento a otro, el avión se desestabilizó, y comenzó a perder altura.

  • ¿Qué pasa? - Mulder se sobre saltó. -

  • Señores pasajeros… tenemos un problema… - en eso explotó un ala, y el avión entró en barrena -.

Mulder y Scully atinaron a abrazarse. - Fumador, no era necesario matar a tanta gente. - Acabaron con años de investigación, es lo menos que se merecían, Strunghold, ahora vamos con Paul. -

La muerte era segura, y Mulder tuvo un último pensamiento, Beatriz.

La muerte, no es un fin es un pasaje, un pasaje de regreso, de regreso a la realidad, pero en la Comunión de Todos los Santos, algunos pueden cambiar las reservas…

  • Despierte señor Mulder…

Mulder, aún un poco confundido y con lágrimas en los ojos, se enderezó del sofá.

  • Ahora lo recuerdo todo… Beatriz…

  • Sí, sí, mire, no sé por quién me ha tomado usted. Tal vez me ve algo excéntrico, y eso, pero no aceptaré sus burlas o la de sus amigos, ellos parecen locos, pero al menos tienen una lucha válida. No es que yo esté contra la democracia, que cómo se dice es la peor forma de gobierno a excepción de todas las demás…

Mulder se incorporó, se puso su abrigo lentamente, y sin decir más palabras ni mirar hacia atrás, salió de ese lugar… Esa noche, Dana, conocería al verdadero Fox.

…colorín colorado, la aventura, recién ha comenzado .

El Sibarel


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