Las cartas deben tener las siguientes figuras: peón, torre, caballo, alfil, dama y rey. Por cada uno se necesitan 8 cartas iguales, en total 48 cartas y como son dos mazos finalmente tenemos 96 cartas que se pueden barajar juntas o separadas, no hay diferencias de color.
El jugador blanco saca la primera carta y juega la pieza que sale como él quiera y si es una pieza que no se puede mover por falta de espacio o acto suicida simplemente pasa y le toca al otro jugador.
El objetivo del juego es el mismo, solo que ahora siempre se juega con un pie forzado.
Si del tablero desaparece un tipo de pieza, por ejemplo el caballo, entonces se retiran todos los caballos del mazo.
Cuando se han tirado todas las cartas, simplemente se vuelve a barajar el mazo y se continúa hasta que se logre un jaque mate o empate.
A ver quienes se atreven!
