El verdadero Padre Ñamandú, el primero,
de una parte de su ser celeste
de la sabiduría contenida en ser celeste
con su saber que se va abriendo,
hizo que se produjesen las llamas y la neblina.
Habiéndose incorporado y erguido como hombre,
de la sabiduría contenida en su ser celeste,
con su saber expansivo y comunicativo
conoció para sí mismo la fundamental palabra futura.
De la sabiduría contenida en su ser celeste,
en virtud de su saber que se abre en flor,
Nuestro Padre hizo que se abriese la palabra fundamental
y que se hiciese como él, divinamente celeste.
Cuando no existía la tierra,
en medio de la oscuridad antigua,
cuando nada se conocía,
hizo que se abriera la palabra fundamental,
que con Él se tornara divinamente celeste:
esto hizo Ñamandú, el Padre verdadero, el primero.