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domingo, junio 05, 2022

Versos Ígneos

Los versos refulgentes de la becquereana Rima III son la Columna J 
que un geómetra con su palanca sabe encender.
Y si mis versos también queman es porque del mismo fuego soy.

Ambas llamas eternas han de volver hasta saciar su sed,
pues sólo así la Luz puede alumbrar más allá del atardecer.
Él que fuera leyenda, es una flama sin fin que vuelve en cada solsticio.

Mundos infinitos se retuercen borgeanamente en nuestra puesta de sol,
pues la inspiración con razón son inmortales.
Y los poemas ígneos son las estrellas que flotan sobre la nada.

Colosales mundos en galaxias traviesas entre los oleajes desde principio a fin,
donde el fin es el principio de tiempos que nos han de venir.
Ellos, eternos en su tinta, son reflejos del futuro que nos espera atento.

Así, este camino poético, salido del Trivium de la vida,
no es sino la prueba de un destino autopoyético.
En si en el Principio era el Verbo, hoy ese Verbo sigue ardiendo .

El Sibarel