Páginas

lunes, octubre 25, 2021

Haserot


Cuenta la leyenda...
Que un pequeño jugaba distraidamente en el parque mientras un pedófilo le observaba.
Un viento fresco le hizo mirar sobre su hombro izquierdo, a un banco de la plaza, y aunque no le pudo ver allí estaba Haserot.
El ángel se levantó lentamente, en su báculo-antorcha flameaba una bella llama azul que nadie más veía. Caminó tres pasos, enfocó la gema de su báculo en aquel hombre, la llama de la antorcha cambió a amarilla y se arrodilló en el piso sobre su rodilla derecha.
Ese hombre, en ese instante, cayó de rodillas al suelo y permaneció en posición de súplica, sin saber qué estaba pasando.
Haserot giró su báculo-antorcha y extinguió la llama amarilla contra el suelo. El cuerpo sin vida del hombre terminó por desplomarse.
Un alma mal oliente intentó dejar ese cuerpo putrefacto, pero Haserot levantó su mano izquierda hacia él, e inmediatamente la sombra del báculo cayó sobre el cadáver, dibujando bajo el mismo un abismo de eterno sufrimiento por el cuál se precipitó en una agonía sin esperanzas.
Haserot regresó al asiento con su llama azul y enfocó la gema en el niño... "Ochenta y siete años... Que tengas una buena vida, espero no volver a verte." 
Un corredor observó el cadáver y horrorizado se detuvo frente a él, mientras que una corriente fría le hizo voltear hacia un asiento vacío, era Haserot quién ya se había ido.
*
Sibarel, feliz Halloween